lunes, 7 de octubre de 2024

10 años de "QUEJOSO", un indulto para la historia.

Pasado Año Nuevo y al amanecer frío de enero, la "Quejosa", preciosa y espectacular vaca ensabanada herrada con el número 625, de la línea santacolomeña de Pablo Mayoral quien dio origen a la ganadería maña, paría un macho hijo del semental "Negrero", imponente toro herrado con el número 26 que lucía el hierro de Bucaré, pureza santacolomeña línea ibarreña de Buendía en vena.
Después de nacer, "Quejoso" fue criado como uno más de la camada, con el esfuerzo y el esmero que la familia Marcuello dedica incondicionalmente a esta afición, la de criar toros bravos. Con el número 42 en el costillar, de perfectas hechuras y de reata, sin duda "Quejoso" estaba destinado a una gran cita. Para ello lo reseñó su criador y así lo quiso la empresa que gestionaba por aquel entonces el coso de "La Misericordia". "Quejoso" y siete hermanos más de camada serían los elegidos para tan importante fecha. Nuevamente la Plaza de Toros de Zaragoza, nuestra Plaza, de primera categoría. Nuevamente Los Maños para poner acento aragonés a un coso que había recuperado el tren de las grandes ferias. Una novillada de ensueño, elegida y pensada al calor de la lumbre, como tiene que ser, porque José Marcuello tenía muy claro que el respeto de un ganadero hacia una Plaza y una afición, empieza por la integridad y la presentación de sus toros. Un respeto de primera, categoría de una Plaza que, además, estaba de aniversario. 250 años de la Plaza de Toros de Zaragoza, y en sus corrales ocho utreros llegados de tierras de Luesia.  Criados con mimo y esmero, curtidos en mil fríos, astas que únicamente había acariciado el Cierzo. En tipo, cuajo, armonía, cara, ...trapío. Aprobados todos. De premio antes de lidiarse, y ajenos totalmente a la confianza que su criador había depositado en ellos.
Dos novilladas en la Feria del Pilar de 2014 se anunciaban, y la novillería de postín había preferido la otra. El peaje del cárdeno. Peor para ellos. Y llegó el día, 7 de octubre. Novillos de Vistahermosa - Los Maños, con divisa verde y amarilla, de señal pendiente en ambas: "Bonito", "Bonito II", "Quejoso", "Joterito", "Robahierba", y "Tostadino". Seis son los elegidos y sorteados, por ese orden. Plaza de Toros de "La Misericordia", Zaragoza. Tercera de Feria para Miguel Cuartero, David de Miranda, y Jonathan Varea. En la arena, liturgia del escalofrío. En el tendido 5 el ganadero, y en el cielo. 18:12 de la tarde, tercero en el orden de lidia, de nombre "Quejoso", herrado con el número 42, nacido en enero de 2011 y de 501 kilos de peso, cárdeno recoge el acta veterinaria, precioso como una pintura de Goya, bravo y noble a la postre como nuestra jota. En suerte para el novillero castellonense Jonathan Varea, ...y para la historia.
Se hizo el clamor, la petición, y asomó el naranja. Y "Quejoso" regresó al lugar donde le vio nacer, Ribera Alta del Ebro, al regadío que atraviesa el Canal Imperial de Aragón. Allí transcurrieron día a día las curas, a la atención y mimo del veterinario de la casa, al cuidado y temple del mayoral de la ganadería. Salvaría su vida "Quejoso", esa que se ganó por petición popular y unánime en una Plaza y feria de primera categoría.
Una vida plena y una descendencia cobijada en las llanuras y parajes escarpados de "Vistahermosa", idílico pasto donde se curte sangre santacolomeña al abrigo de manantiales y encinas. Sangre que "Quejoso" se ha encargado de transmitir para que brote al calor del anhelado albero, salpicando de orgullo enmorrilladas cintas verdes y amarillas. "Vistahermosa" se llama esa dichosa tierra, cárdena cuna donde la familia Marcuello concilia un sueño, aquel que "Quejoso" hizo realidad, un sueño llamado bravura.