Apartados ya y guiados por la parada de bueyes, los becerros se encaminan hacia los corrales. A mediados del mes de Marzo se herraron en Vistahermosa 64 machos y 55 hembras. Entre ellos los primeros productos del cruce con Bucaré.
Los diferentes hierros se calientan en el fuego. Los becerros ya están encerrados, la marca puede comenzar.
Este precioso añojo espera su turno en la corraleta. Inmovilizado el becerro en el cajón se procede a herrar el símbolo de la ganadería, la inicial de la asociación ganadera perteneciente, el número de identificación y el guarismo.
En los machos se realiza la señal en las orejas, identificativa de la ganadería. Una vez herrado y desparasitado, el animal vuelve a la libertad del campo.