En la retina, Luis Antonio Gaspar "Paulita" sacando a hombros a Miguel Cuartero, Bruno Espligares haciendo lo mismo con Imanol Sánchez; y con ellos, a hombros también, José María Gallego Ros, mayoral de la ganadería Los Maños. Maestros y alumnos, con el toro en vena. Compañerismo y generosidad en tiempos difíciles. Aragoneses, que haberlos hailos.
En la portátil de Pedrola se lidiaron cuatro utreros de Los Maños, desigualmente presentados, de juego variado que facilitó el triunfo de los novilleros. Al noble segundo de la tarde de nombre "Corbeto" y herrado con el nº43, se le premió con la vuelta al ruedo.
El primero de los "santacolomas" manseo en el último tercio. Imanol Sánchez, voluntarioso, lo recibió bien de capote para ponerle la muleta a media altura después. Condiciones del novillo. Anteriormente, el utrero empujó bien ante uno de los grandísimos pencos que pisaron la arena pedrolera. Muros imposibles.
Al segundo de la tarde, de salida espectacular, lo recibió rodillas en tierra Miguel Cuartero con una larga cambiada. Noble y con clase, para mancharse la bragueta toreando. El de Figueruelas le puso gusto, bajó la mano y el utrero arrastró el morro por la arena. Tiró de él, puso pausa, y consiguió los máximos trofeos. Al novillo se le premió con la vuelta al ruedo.
Imanol Sánchez, con el orgullo torero del que no se deja ganar la partida facilmente, se fue a porta gayola para recibir a su segundo. No terminó de acoplarse el honrado novillero de Pedrola, que aunque bien en banderillas y con la espada, no tuvo su tarde con las telas. El utrero, mal lidiado, tocó mucho percal y terminó desengañado.
El cuarto y último novillo tuvo el comportamiento más serio de la tarde. De largo y con transmisión. Humillado. Con el defecto de salir suelto cuando no iba "tapado" y sometido. Y con él, la dimensión de Miguel Cuartero. De repertorio toda la tarde. De pellizco. "Apaulitado" el de Figueruelas. Gesto de aragoneses, gesto para la esperanza.