Cae la tarde en "Vistahermosa" y, como es habitual, los reburdeos de los toros resuenan por todos los rincones
de la dehesa barruntando pelea. El de la foto era un toro precioso, bien hecho,
con cara, de buen comportamiento en el campo..., su mirada no engaña. Recién
cumplidos los cuatro años y de importante reata, su inminente destino se jugaba
en una Corrida Concurso de ganaderías. Ya no podrá ser, sus hemanos de camada
no lo han permitido. En una mañana de mayo su cuerpo ha aparecido cosido a
cornadas. La ley de la naturaleza se adelantó a su destino.