viernes, 28 de septiembre de 2012

Buen cierre, gran temporada.

La localidad turolense de Albalate del Arzobispo, acogió el pasado sábado un Festival Taurino en el que se dieron cita los matadores de toros Vicente Barrera, Juan Belda, y el novillero Miguel Cuartero.
Se lidiaron erales de Los Maños, bien presentados y de interesante juego. Los que hicieron 2ºy 5º fueron aplaudidos en el arrastre. Destacaron el importante 4º y el extraordinario 6º.

   
El primer eral de la tarde, tuvo un comportamiento noble y mostró calidad en las templadas telas de Vicente Barrera. Al novillo maño le faltó un punto más de fuerza, y el valenciano le puso pausa y reposo consiguiendo hilvanar así una bonita faena.

Al segundo de la tarde, lo recibió rodillas en tierra Juan Belda. La condición del eral y las ganas de Miguel Cuartero y Juan Belda les llevó al quite y a la réplica. Bien los tres. Posteriormente, el torero murciano trató de tirar del eral maño. Tandas intermitentes con destacados remates. Fue cogido sin consecuencias.

El tercero fue el más deslucido de la tarde. Miguel Cuartero brindó al ganadero José Luis Marcuello y el eral no terminó de romper en la muleta del zaragozano, seguramente muy condicionado al lastimarse una de las manos. Miguel Cuartero quiso y eral maño prácticamente no pudo.

Si con su primero Vicente Barrera anduvo cómodo, ante el cuarto le tocó sudar. Sobrado ante su primero y honrado en su segundo. Profesional. Cualquier otro, hubiese pasaportado al eral maño con medio trapazo. Y el valenciano se puso, tiró de oficio y lo enseñó. Por si alguno no lo había visto. Exigente y encastado el de Los Maños. "Inclusero", marcado con nº 16. De los que importan. Y cuentan.

Juan Belda se acopló más y mejor con su segundo. Brindó el buen quinto de la tarde a Carlos Sánchez "Zapaterito", su mentor, y a cuantos le ayudan. Lidió con soltura. El eral maño transmitió y el  murciano tiró de repertorio. Amplio. Incluso sustituyó la pañosa por el de "ala ancha" para entrar a matar.

El sexto y último fue el novillo de la tarde. Y el cuarto. El que ponía fin a la temporada de la divisa verde y amarilla fue bravo y encastado. Entregado desde que pisó el albero. Sobrio Miguel Cuartero con el capote, como en toda la tarde. A tenor de las instantáneas, desde el tendido, posiblemente un consejo y un secreto. "Despacio" es el consejo, "Distancia" es el secreto. Luis Antonio Gaspar "Paulita" mediante, que de esto sabe un poco.

Miguel Cuartero y "Corbeto", nº51. Uno bajó la mano y el otro la cara. Poderosos los dos. Volteado sin consecuencias el primero, no era la "tonta del bote" el segundo. El primero enrabietado, el segundo a más. Rotos por momentos. Como los bravos. Faena de triunfo para el primero y de vuelta para el segundo. Hasta que el acero tomó protagonismo y casi todo se esfumó. Casi todo.

 
Miguel Cuartero dio una vuelta e invitó a José María Gallego Ros, mayoral de la ganadería maña, a que le acompañase. Y Vicente Barrera, con Juan Belda sin perder detalle, ahondaba en el reciente recuerdo de la tarde y de la faena. Porque hay cosas que no se esfuman. Ni se obvian. Por importantes. Como la extraordinaria temporada de la ganadería Los Maños.