"Cuando los sentimientos de un ganadero derivan hacia el reconocimiento
del toro de lidia como una obra de arte del entorno natural y el
mantenimiento de la fiereza, añadiendo como antinatural la inseminación
artificial, la manipulación de las defensas y la colocación de fundas,
esta persona tiene que ser considerada como aficionado, ya que hay
muchos ganaderos que lo hacen en la dirección contraria al sentir del
aficionado, permitiendo una serie de aberraciones en la manipulación de
este bello ejemplar, con el único fin de servir exclusivamente al
taurinismo actual..."
De esta manera da comienzo el resumen de lo que dio de sí la tertulia con ganadero José Luis Marcuello, representante de la ganadería Los Maños, en el Conservatorio Flamenco Casa Patas.