sábado, 26 de agosto de 2017

Bien está lo que bien acaba.

Regresaban los santacolomas maños a Cella, al serial. Triunfadores nuevamente. Primera de una feria novilleril mixta, a su manera. Consolidada y de postín. "Palmero" en la memoria, historia viva de un pueblo y una ganadería. La responsabilidad por divisa, y el alma en el semblante. Primero y segundo en el orden de lidia. Bien presentados, soso y falto de raza el que abría Feria, bravo y encastado el que le siguió. A la postre, de premio.

No mintió el primer utrero del hierro maño. De salida. Soso y sin emplearse con excesivo celo. A su aire. Esperanzador pareció el comienzo con la pañosa. Se empeñó Andy Younes en confundir los terrenos del toro, hubiese sido igual. Sin condición, y sin raza. Un lunar.

El segundo, precioso de hechuras, repasó de salida todas las troneras que se ponían a su paso. Abajo siempre, acudiendo a todo. Transmitiendo de principio a fin, la casta. Empujó y se desplazó. Extraordinario a muleta puesta y sin tocar, de viaje largo. Por los dos. Exigió colocación y temple, una utopía hoy. De faena larga y triunfo, pero para nada fácil.

Una oreja le cortó Sedano Vázquez, quien regresaba al albero turolense como triunfador de 2016. Ovacionado en el arrastre "Zamorano" nº36, y Premio al Mejor Novillo del serial.