Novillada bien presentada, y de gran juego. Brava y encastada. De menos a más, exigente. Algunos, los más, de teclas tocar. Y no para cualquier compositor. Ovacionados en el arrastre 1º, 2º, 3º y 6º, aplaudido el 5º. Vuelta al ruedo en el arrastre al 4º de la tarde, de nombre "Lindero" y herrado con el nº 26. Cortaron orejas Fernando Robleño y José Cabrera, como así lo hubiese hecho Rubén Pinar de no haber errado con los aceros.