Hoy día 6 de octubre, se cumplen 10 años de la primera novillada con picadores de la ganadería Los Maños. Un debut, que se produjo ni más ni menos que en una plaza de primera categoría como es Zaragoza.
El cartel estuvo compuesto por: 6 novillos, 6 de Los Maños para Tomás Luna, Antón Cortés, y Paúl Abadía "Serranito". Un gran compromiso que se saldó con un notable éxito para la ganadería maña, siendo cuatro novillos ovacionados en el arraste.
Esta es la crónica que firmó Ángel G. Abad. en ABC:
Triunfaron los «santacolomas» aragoneses de Vistahermosa.
Debutaba en festejos con picadores el ganadero aragonés José Marcuello, que lidia a nombre de Vistahermosa. Más de una década trabajando en el encaste «santacoloma» y preparando una presentación en su tierra que resultó un éxito con cuatro de los seis novillos ovacionados con fuerza en el arrastre.
Los astados de Vistahermosa, que pastan en los montes de las Altas Cinco Villas, no estuvieron exagerados de presencia, pero tuvieron casta de sobra. Desiguales ante el caballo, fueron máquinas de embestir ante los engaños de los novilleros, que, con mejor o peor suerte, estuvieron por debajo de sus enemigos.
El oscense Tomás Luna fue el peor parado. Le faltó enfadarse con el primero, que embestía con dulzura, y ante el cuarto, que fue complicado, tuvo al público en contra. (Silencio en ambos).
Antón Cortés hizo un esfuerzo, aunque no siempre logrará domeñar el torrente de embestidas del segundo. Labor animosa que dejó buen sabor de boca entre los aficionados, que le agradecieron sus cites de largo dando todas las ventajas a un novillo al que mató mal. Estuvo muy dispuesto y firme ante el quinto, que se quedaba corto. Aún así cuajó excelentes naturales. (Vuelta al ruedo y silencio).
Antón Cortés hizo un esfuerzo, aunque no siempre logrará domeñar el torrente de embestidas del segundo. Labor animosa que dejó buen sabor de boca entre los aficionados, que le agradecieron sus cites de largo dando todas las ventajas a un novillo al que mató mal. Estuvo muy dispuesto y firme ante el quinto, que se quedaba corto. Aún así cuajó excelentes naturales. (Vuelta al ruedo y silencio).
El zaragozano Paúl Abadía «Serranito», de la Escuela Taurina del Carmen, demostró falta de oficio en una labor con altibajos. Dio los muletazos más largos de la tarde al tercero, y no se acopló con el sexto. (Ovación tras aviso y palmas de despedida).